Desde que volví a los EE.UU. me ha costado bastante económicamente. Así que empecé a donar plasma para compensar los gastos. Creo que puedo ayudar a alguien que lo necesita y recibir un poco de ayuda para mí.
La última vez que fui a donar, la noche anterior soñé que algo iba mal con la aguja. El sueño permaneció en mi mente la mayor parte del día hasta mi cita. Pero lo dejé de lado.
Sin embargo, surgieron todo tipo de problemas con la colocación de la aguja. No conseguían introducirla en la vena y, cuando lo hicieron, acabó saliendo fuera de la vena a mitad de la donación y acabé con un hematoma de tamaño decente. Querían volver a empezar y utilizar el otro brazo. A regañadientes dije que sí, y hubo problemas con eso, la máquina seguía parándose debido a las burbujas en la línea...
Avancemos hasta hoy. Tenía otra cita a la que realmente no quería ir. De nuevo, necesitaba el dinero. Así que aquí me siento, en mi coche pidiendo claridad. Específicamente al Dr. Cruze. Me estaba maquillando las ojeras. Cuando fui a poner el maquillaje de nuevo en mi bolso. En mi salpicadero ponía NO ENTRES.
Estaba escuchando un podcast. Para cambiar a cualquier otra cosa, tienes que pasar por un elaborado proceso de girar, empujar y seleccionar programas para que llegue a la configuración del teléfono enganchado al coche. El dial se quedó sin tocar mientras me arreglaba el maquillaje de debajo de los ojos. Fotos de abajo para aclarar:
Después de ver esto me sentí cálida, segura y reconfortada. Sin duda supe que debía cancelar la cita.
La donación de plasma suele ser segura, pero para mí y mis problemas de salud... No era la elección correcta.
Mucha gratitud a La Casa y al Dr. Cruze
Liz

